Y no me refiero a la lamentables políticas educativas que son utilizadas en cada cambio de signo político como punta de lanza para atacar a la oposición política derrotada.
Es inconcebible los continuos cambios legislativos en un campo que ha de ser el caldo de cultivo de nuestro futuro más inmediato.
Los verdaderos cambios ya se están dando en el aula.
Y es en gran medida gracias a la irrupción de los estudios en neurociencia. Esta disciplina ha permitido conferir objetividad y rigor científico a metodologías de aprendizaje-enseñanza consideradas principalmente vivenciales y experimentales.
En segundo lugar, los nuevos(en los que encontramos profesionales de todas las edades) profesores, maestros y educadores se han cansado de seguir un currículo y unas formas de hacer antiguas, arcaicas, obsoletas y aburridas tanto para los alumnos como para los mismos profesores sin ningún tipo de satisfacción personal ni reconocimiento social.
Ahora la neurociencia nos permite diseñar mensajes, discursos, recursos, estrategias y metodologías más apropiadas la necesidad de nuestro tiempo y de los contextos de aprendizaje.
Actividades activas donde el alumn@ es protagonista de su aprendizaje, donde puede tomar decisiones, en el que se implica y responsabiliza, se motiva y emotiva. Todo esto con la nueva figura del profesor/a, persona que lo acompaña, lo aconseja, le ayuda en ocasiones y lo dificultan en otras.
Si queréis ver el documental completo, lo podéis hacer aquí:
https://www.youtube.com/watch?v=QiRqCKUiRDc
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